Previene la propagación de bacterias, virus y enfermedades infecciosas-respiratorias con el lavado y la sanitización de manos de manera correcta y frecuente con agua, jabón y gel antibacterial.
Según la OMS una correcta asepsia de manos puede reducir hasta un 47% la presencia de microorganismos generados en procesos inadecuados, siendo así la manipulación el principal factor de contaminación en los procesos.